martes, 23 de junio de 2015

LOS CONTENIDOS LINGÜÍSTICOS Y EL LUGAR DE LA GRAMÁTICA

A lo largo de mi carrera universitaria como estudiante de Lenguas he podido comprobar unas distintas actitudes de los profesores frente al uso de la gramática en las clases de idiomas. A estas actitudes correspondía una variedad de sistemas y métodos de enseñanza, desde los más tradicionales, que consideraban imprescindible el conocimiento y la comprensión de las reglas gramaticales, hasta los más “creativos”, que rechazaban este tipo de aprendizaje, por frío, aburrido e inútil, fijándose en la comunicación, tanto oral como escrita.

Tengo que admitir que, aunque reconociendo la mayor eficacia del segundo método, estoy convencida de que la gramática juega un papel fundamental en el proceso de adquisición de una L2, sobre todo para aquel extranjero que se acerca por primera vez al nuevo idioma. Reconozco también la inutilidad de una memorización obsesiva de reglas y excepciones gramaticales, que puede representar un freno para los alumnos a la hora de hablar; de hecho antes de abrir la boca ya están pensando, por ejemplo, en la concordancia entre sujeto y verbo o sustantivo y adjetivo.

De todas maneras, no podemos censurar la gramática porque si la lengua es un sistema, un conjunto de signos relacionados entre sí a través de reglas gramaticales, nadie aprenderá un idioma extranjero sin saber su gramática. Entonces, creo que la cuestión no es si la gramática debe estar o no presente en el aula sino ¿cómo se puede enseñar para que se convierta en un instrumento útil y eficaz para el aprendizaje de una L2?

A pesar del uso, todavía frecuente en las clases de lenguas, del método deductivo tradicional (de las reglas a los datos lingüísticos), los profesores no deberían molestarse demasiado en explicar todo, sino dejar a sus alumnos libres de reflexionar, buscar y descubrir las reglas gramaticales que se esconden detrás de cada estructura lingüística; en otras palabras dejarles aprender de manera inductiva. Así, los estudiantes serán capaces de aplicar dichas reglas además de memorizarlas. Sin embargo, hay que poner ejemplos explicativos y ejercicios adecuados para ayudarles a captarlas e interiorizarlas.  

En definitiva, cambiando un poco la perspectiva y buscando un método lo más eficaz posible, podemos conservar esta herencia tan preciosa que nos han dejado nada menos que los Latinos.

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